viernes, 10 de junio de 2011

MI POESÍA

Memorias de un hombre ave
                                   
 a Facundo Cabral



                                                     Mañana la carta desconocida encontrará las manos del alma
Alejandra Pizarnik


El sol se desvanece en la memoria de tus brazos caes en la inocencia de tus voces. Es tu grito el que canta como pájaro divino en la tarde gris de tu garganta. Palabras de lirios dormidos en las cenizas de un largo viaje. Oh varón de gigante sueño de verdad de manos abiertas al calor de una sonrisa.  Oh varón eterno de mirada coloquial deseable. Sobre tus párpados asoma el espíritu de tu alma ausente con rostro de arco iris. Son las horas del recuerdo vida cándida sobre el vidrio del misterio.









http://www.youtube.com/watch?v=KDCLjOKqJz8


Sabotaje de la historia
He leído de la suerte  del pensar abierto  del miedo  de las grietas sobre la sangre.
He leído del tiempo oculto en los versos que encierran viejas sílabas
como la brisa que se siente en la media noche épica sobre una breve melodía de Mozart. Suena el horizonte breve en mis labios armoniosos. Historia que se confunde con los arlequines de un pueblo andado. Suena el miedo con las campanas del inmutable muerto. Pensar que haré con tanto camino por recorrer tan poco. Mis ojos construyen puentes de oídos unas manos con signos inservibles. Es el poeta el que conoce sobre los insectos dormidos en la canción del siglo. Ya sé, que la vida hoy es muerta y que ando rodando entre las sábanas del mundo mudo.



La más pequeña distancia


Los harapos hoy no visten sus discretas piernas. Unas veces pasan los pies en la posibilidad del vientre hinchado. En otras hay cadenas en la arena esperando nuevos pasos de un niño hombre. Dolor humano que se aferra al parto de la posibilidad de seguir. Entonces es cuando el mar dialoga con la patraña hermosa de recrear nuevos cuentos.






Apenas leí el discurso tibio


            de la oscuridad larga 
            limbo nostálgico 
            de los años 
            del tiempo
            de los dominios
            de la agonía.


Descansa en la sospecha
           

equivocada ángel
glamour  incierto
            cuerpo encerrado
         de  gritos    de  furia  
de pólvora.
 
  Silencio de ida


Memorias de un hombre ave

                                   a Facundo Cabral

                                                     Mañana la carta desconocida encontrará las manos del alma

Alejandra Pizarnik


El sol se desvanece en la memoria de tus brazos caes en la inocencia de tus voces. Es tu grito el que canta como pájaro divino en la tarde gris de tu garganta. Palabras de lirios dormidos en las cenizas de un largo viaje. Oh varón de gigante sueño de verdad de manos abiertas al calor de una sonrisa.  Oh varón eterno de mirada coloquial deseable. Sobre tus párpados asoma el espíritu de tu alma ausente con rostro de arco iris. Son las horas del recuerdo vida cándida sobre el vidrio del misterio.



Dejo caer el último oro de la muerta
aún vacías quedan sus cajas inmundas 
que se escuchan por la sala. 

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la lectura es el rostro que me identifica